Las Personas están en el centro de la creación. Las empresas las componen, las sueñan y las gestionan las personas ¿Por qué la misma empresa, con diferentes personas, obtienen diferentes resultados? ¿Por qué las mismas personas, en diferentes empresas, obtienen los mismos resultados? 

La manifestación de un pensamiento estratégico, sin fronteras, con constancia, con entrega, sabe responder a grandes cuestiones aparentemente inconexas, inciertas, que una vez desarrolladas, se manifiestan como nuevas oportunidades que producen nuevos y mejores resultados.

Las Personas de hoy más allá de su formación, de su coeficiente intelectual precisan de su buena praxis y aplicación, precisan de una construcción sólida en valores para asumir retos y responsabilidades con una visión distinta, han de saber "preguntar", para encontrar la mejora que marque la diferencia.

Han de "ver" a los demás más allá de lo evidente y explicito, con capacidad de influencia y de movilización y para ello es preciso un equilibrio personal y un optimismo espiritual, que emane de sus valores más profundos.