La praxis de las empresas, el “hacer” de las mismas, no siempre se corresponden con los mapas o estrategias declaradas.
El paso del tiempo y los hábitos personales hacen decaer las mejores prácticas y hábitos profesionales y por ende inciden directamente sobre la eficiencia del trabajo.
Esto es especialmente importante en actividades operacionales con suficiente masa crítica de actividad, donde la corrección y evitación de esas fugas y pérdidas tanto de tiempo, como de recursos, como de seguridad o calidad de la operación, tienen un retorno inmediato.