Los activos no materiales, frecuentemente no se estructuran y se gestionan adecuadamente y por ende, frecuentemente, se convierten en fuertes barreras que frenan la evolución y transformación de los negocios.
Si el conocimiento corporativo es erróneo o no es preciso, su gestión, así como su evolución, hace necesario la recopilación de la información y documentación realizada y accesible al momento, como base de la evolución de este activo inmaterial.